[Iluminando la Oscuridad]

Como un torbellino ha venido la vida a sacudir mis más profundos y anclados cimientos. 

Soportes que me mantenían sólidamente aferrada a cada fibra estructural de una lista interminable de definiciones que sólo limitaban mi inmensidad


Aún late, casi sin pulso, el cordón umbilical que me mantiene conectada a todo aquello que, con tanta fuerza, creí ser.


Hay días en los que sería más fácil vestir mi viejo yo y repetir las mismas respuestas aprendidas de memoria  


Sólo que ahora me veo.

Logro verme, desdoblada en mi propia observadora, y guardo silencio.
Y ahí me quedo.

Permanezco quieta, sin prisa, cantándome con ternura una especie de mantra que me conecta a seguir sosteniendo mis vacíos. 

Vacíos que comienzan, pacientemente, a llenarse de mi.

Aún no me percibo con total claridad, pero ya no voy a tientas en la oscuridad.

Porto con valentía mi propia llama, aún tenue y pequeña, pero potencialmente ilimitada y sublime.

Poderosamente abierta a la incertidumbre de la respuesta, voy dejando atrás los candados condicionantes de las preguntas para poder re-inventarme cada segundo del día.

Cada ciertos pasos me permito amorosamente girar y mirar hacia atrás, sintiendo la absoluta certeza de estar avanzando hacia el único sitio en donde deseo estar: en mi misma.

Y agradezco, con la vastedad de mi vulnerable corazón, a cada uno de aquellos que me acercaron al abismo. 

Porque sólo así descubrí que puedo volar. 



Comentarios

  1. Hace unos dias una amiga me dijo "Hasta acá hicistes lo que tenías que hacer. De ahora en más ¿por qué no hacés lo que querés hacer? Creo que algo de eso está en tus palabras. Gracias x compartirlas

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    1. Exacto! La vida es una mezcla de "hay que hacer" que, a veces, no coincide con lo que "deseo hacer"... El primer paso es mirarnos y descubrir esas diferencias y, si queremos, transformar los "debo" por "deseo"!

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